(OPINIÓ) – Javier Lozano, tècnic bicampió del món de futbol sala, i actual president de la Lliga Nacional de futbol sala, és una de les figures ideals per a parlar de lideratge a l’esport
Aprovechando la amable invitación realizada por Sports & Investment Summit y de mi amigo Carlos González Graña, CEO en BHI Capital, voy a volver a hablar sobre liderazgo.
Con certeza y objetividad no puedo competir, ni lo pretendo, con los auténticos especialistas y estudiosos de este tema. Sin embargo, poseo un salvoconducto especial que me permite hablar sobre este asunto por mi extenso caudal de experiencias vividas, tanto por acción como por observación directa.
No voy a recitar de nuevo el elenco de actitudes virtuosas que rodean al liderazgo. En este caso, voy a rescatar aquellas que, personalmente, me parecen más impactantes en la vida interna y externa de la organización o equipo que diriges.
APTITUDS PER A AQUEST LIDERATGE
– Inspirar: no se trata de ser un modelo para los demás, sino una fuerza impulsora vital para todos los que te siguen. Por tu visión, tu sincera generosidad y tu ecuanimidad. No debes buscar que te imiten, sino obtener su mejor versión a través de la inspiración en tu ejemplo.
– Mentor: no hay nada más satisfactorio para un verdadero líder que ver cómo un alumno llega a ser mejor que tú. Es síntoma de que has hecho bien tu trabajo, de humildad y sensación de dejar un legado social.
– Hacer lo correcto: esta fortaleza apunta de manera clara a tus convicciones internas y al bien general de tu organización. Da igual la opinión de otros, de lo políticamente aceptable según modas fugaces o de feos intereses eternos poco transparentes . Lo correcto es lo correcto; sin interpretaciones tendenciosas.
– El salario emocional: con todos mis respetos a los que piensen diferente, pero en este asunto no transijo porque lo he practicado toda mi vida y es una de las causas de mis humildes éxitos en distintos oficios y sectores. La jugosa responsabilidad de sentirte tu propio jefe, la confianza grupal, la pertenencia a un equipo, la transparencia y la sinceridad, la autoestima de sentirte útil y vivo, así como otras virtudes parejas, son el elemento diferenciador entre estar y ser.
Personalmente no quiero que nadie esté en mi equipo, sino que sienta que es el equipo. Podría seguir con más virtudes del liderazgo, pero no quiero que este post parezca un directorio o una guía que por formación les corresponde a otros. Todo lo contrario; sólo es un pequeño espacio donde exponer mi opinión, mis vivencias. En definitiva, mi diario personal y mi espejo digital.